Ley Ángel y Ley Empatía: así se fortalecen las sanciones por maltrato animal en el país
Los recientes casos de crueldad animal en Barranquilla agitaron el debate sobre la aplicación de la Ley Ángel y la necesidad de mayor educación ciudadana.
Los recientes casos de maltrato animal registrados en Barranquilla y su área metropolitana han despertado indignación ciudadana y reavivado el debate sobre la efectividad de las normas que protegen a los animales en Colombia.
En los últimos días, varios videos difundidos en redes sociales muestran agresiones físicas y actos crueles contra perros y gatos, generando reclamos de justicia y sanción ejemplar a los responsables.
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Ante esta situación, la Inspectora de Convivencia y Paz No. 14 de Barranquilla, Carolina Novoa Luna, explicó a Zona Cero que la Ley 1774 de 2016 y la Ley Ángel son dos instrumentos legales que buscan garantizar los derechos de los animales, reconocidos hoy como "seres sintientes" y no como “cosas” dentro del ordenamiento jurídico.
“Cuando hablamos de convivencia ciudadana también hablamos del medio ambiente, y eso incluye fauna, flora y todo lo doméstico que forma parte de la vida cotidiana con las personas. La Corte Constitucional reconoció la figura de la familia multiespecie, en la que los animales hacen parte del núcleo familiar y deben recibir un trato digno y protector. Por eso, cualquier agresión, sea física, verbal o por descuido, afecta directamente la convivencia y puede generar sanciones”, manifestó.
Explicó que la Ley 1774 de 2016 marcó un cambio histórico en la forma como el país concibe a los animales, pues antes eran considerados “cosas” o simples objetos y hoy, la ley los define como “sujetos de protección especial”, capaces de “sentir dolor y emociones”.
Según la experta, este cambio ha servido de base para un conjunto de disposiciones orientadas a prevenir, sancionar y erradicar el maltrato animal.
“La gente solía pensar que los animales eran cosas sin valor, sin sentido. Pero la ley dejó claro que sienten, que dependen completamente del ser humano para su cuidado, su alimento y su bienestar. Por eso, abandonarlos, agredirlos o permitir que vivan en condiciones indignas son actos sancionables”, aseguró.
La Ley Ángel, aprobada en 2025, de acuerdo con la Inspectora de Convivencia, fortaleció el Estatuto de Protección Animal al unificar diversas normas que existían por separado y establecer sanciones más severas para quienes maltraten o abandonen animales.
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Según Carolina Novoa, esta ley permite que las competencias de los casos sean asignadas a quienes correspondan.
“Cuando los animales son envenenados, quedan deformes o discapacitados, no son las Inspecciones de Convivencia y Paz las que deben atender el caso, es la Fiscalía, de la Sección Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) la que tiene que verificar los hechos e incluso ir a una necropsia”.
Precisó que las Inspecciones de Policía atienden las quejas más comunes: “vecinos que no recogen las heces de sus mascotas, animales que generan ruidos excesivos o situaciones de abandono leve” .
La experta también reveló que recientemente se han recibido denuncias por el envenenamiento de al menos nueve animales, entre perros y gatos, en el sector Las Estrellas, de Puerto Colombia, zona cercana a Campo Alegre y El Edén.
“Estos hechos son terribles. Los animales fueron hallados sin vida y, por ahora, no se tiene claridad sobre quién podría estar detrás. GELMA ya tiene conocimiento del caso y deberá realizar las investigaciones correspondientes. Otro caso se registró en el barrio Las Nieves, un hecho que también está en investigación”, dijo.
Para la Inspectora de Convivencia y Paz, más allá de la sanción penal, el problema de fondo está en la falta de empatía y educación ciudadana.
“Hay que cambiar el chip de pensar que los animales son cosas. Ellos son parte del equilibrio del ecosistema. Cada vez que talamos un árbol, destruimos su hábitat y también nos afectamos a nosotros mismos. El medio ambiente se está quedando sin ellos”, advirtió.
Aseguró que los animales domésticos no solo cumplen una función ecológica o de convivencia, en la actualidad, también son reconocidos como apoyos emocionales fundamentales para muchas personas.

“En estos tiempos, los seres sintientes tienen un valor especial. Acompañan, escuchan y dan consuelo. Muchos tratamientos médicos y psicológicos funcionan mejor cuando hay una mascota al lado del paciente. Su presencia mejora la salud mental y la calidad de vida”, resaltó la experta.
En esa línea, la experta en el tema manifestó que a la Ley Ángel se sumó la “Ley Empatía” de 2024, la cual llega no a complementarla, sino hacerla más efectiva.
“La Ley Empatía no complementa sino que hace más efectiva la Ley Ángel, porque obliga a capacitar a jueces, fiscales, policías, inspectores de convivencia y paz, y ciudadanía en general, porque es importante que se lleven las pedagogías a todo el mundo sobre los seres sintientes porque el mayor maltrato que se hacen es sobre ellos”.
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Apuntó también a que la Ley Empatía refuerza la educación sobre bienestar animal y convivencia responsable.
“Es obligatorio trabajar en los colegios porque es necesario que los niños, niñas y adolescentes asuman dentro de su desarrollo escolar y dentro del aporte de los conocimientos, ,compromisos de responsabilidad social porque el futuro de ellos está en la medida en que el ecosistema tenga equilibrio si el ecosistema no tiene equilibrio, estamos mal”.
La Inspectora Carolina Novoa concluyó haciendo un llamado a la ciudadanía para que se denuncien los casos de maltrato animal y que asuma con responsabilidad la tenencia de animales.
“Ellos no se pueden defender. Cuando adoptas un animal, asumes el deber de cuidarlo, alimentarlo y protegerlo. Cambiar de repente una vida de amor a una de abandono o maltrato es una crueldad que no tiene justificación”, afirmó.
Multas y penas en prisión
Las medidas para sancionar la violencia hacia los animales, según el Congreso de la República, son las siguientes:
Quien mate con dolo a un animal, afecte gravemente su integridad o quien abuse sexualmente de él, deberá pagar una pena que superará los 3 años, lo que significa que el delito ya no será excarcelable.
Aumentan las multas: Ya no serán de 5 salarios mínimos mensuales, sino de 15 a 30 cuando se le causen lesiones graves al animal, y de 30 a 60 cuando la consecuencia sea su muerte.
Prohibición de tenencia de animales: los condenados no podrán tener mascotas en un período de hasta tres años.
Registro de condenados: se crea un registro nacional de personas condenadas por maltrato animal a cargo de la Fiscalía y la Policía.
Cursos de sensibilización: las personas sancionadas por maltrato leve pueden conmutar sus multas por la asistencia obligatoria a un curso pedagógico sobre bienestar animal.
Otros agravantes: las penas aumentan significativamente en casos de abuso sexual, maltrato en actividades económicas o si el maltrato deja daños permanentes o se difunde en redes sociales.